Por regla general, a no ser que tengamos necesidades especiales, como podrían ser algunos tipos de corales o plantas naturales muy exigentes en requerimientos de luz, tendremos la iluminación del acuario encendida durante 8 horas.
Lo habitual es que la encendamos hacia las 15:00 de la tarde y la apaguemos hacia las 23:00. De este modo podemos disfrutar de nuestro acuario por la noche mientras estamos en el salón, mientras cenamos, hasta que nos vamos a dormir.
Si excedemos este tiempo de luz, es muy probable que empiecen a aparecer algas en el acuario.
Si nos ausentamos de casa por varios días o nos vamos de vacaciones, será de gran ayuda un temporizador, que hará que se encienda y se apague la iluminación del acuario de forma automática sin tener que estar pendientes de ello.