Un acuario es un bello jardín subacuático donde plantas, troncos, ornamentos y peces lo convertirán en uno de los elementos más atractivos de cualquier estancia de nuestro hogar.

Los peces son muy activos. Cuando observemos un acuario, no sólo podremos verlos evolucionar, sino también luchar por una parte de su territorio, establecer una jerarquía en el grupo si son peces gregarios, disfrutar de la belleza del cortejo o maravillarnos por el nacimiento de las crías. Una lección sobre la vida día a día desde la comodidad de nuestro hogar.

Todo lo que tenemos que hacer es cambiar un 20% o 30% del total del agua del acuario y limpiar o reemplazar las cargas filtrantes una vez al mes. Los peces llamados “chupa algas” (como por ejemplo los ancistrus o plecostomus) pueden ayudar a mantener un poco más limpio el interior del acuario pues se alimentan de microalgas que crecen en los cristales. Podemos completar la limpieza con un imán limpiacristales y aspirar el fondo con un limpiafondos mensualmente.

La comida de los peces dura mucho, y aunque los peces parecen tener siempre hambre, el mejor consejo es no sobrealimentarlos. Normalmente el coste de la alimentación para peces en un acuario de 60 litros es de aproximadamente 2 euros al mes.

Los termocalentadores se apagan automáticamente cuando el agua llega a la temperatura deseada, y el consumo de la iluminación moderna led de los acuarios actuales de tamaño medio es inferior a 15 watios. Los filtros tienen un gasto medio inferior a 5 watios y de menos de 10 watios para acuarios muy grandes. En conjunto, todos los aparatos eléctricos de un acuario de tamaño medio gastan menos que una bombilla de 50 watios.

La contemplación de los movimientos de los peces, descansa la mente, hace evadirnos de los problemas y es un excelente relajante para el sistema nervioso. El observar un acuario cuando estamos estresados hará que la tensión desaparezca rápidamente.

Un acuario lo disfrutan tanto grandes como pequeños. A los niños les encantan las decoraciones con movimiento, accionadas por pequeños compresores de aire, como tesoros sumergidos que se abren y cierran, barcos hundidos, etc. Si se les encarga de su cuidado, estimulará en ellos el cuidado y respeto hacia los animales y su sentido de la responsabilidad al tener unos seres vivos que dependen de ellos.

Como norma general debemos alimentar a los peces una o dos veces al día, y solamente lo que consuman en un minuto o poco más. Si uno o dos días no podemos darles de comer, no habrá problema, ya que los peces son animales de sangre fría y pueden estar hasta 7 días en ayuno sin que eso les cause ningún problema.

Podemos colocar un alimentador automático que les dará de comer hasta 2 veces al día durante nuestra ausencia. Además, para una máxima comodidad podemos colocar un programador que encienda y apague las luces automáticamente todos los días durante las horas que deseemos.

Hay peces que dan a luz alevines que se ponen a nadar de inmediato; otros ponen huevos que son cuidados por sus progenitores. En definitiva tendremos un pedacito de naturaleza en estado puro que nos hará aprender más sobre el milagro de la vida, día a día.