El CO₂ (dióxido de carbono o anhídrido carbónico) es un gas directamente relacionado con la fotosíntesis de las plantas y su aporte en acuarios es bueno tanto para las plantas como para la estabilidad del sistema.
En la fotosíntesis, las plantas consumen CO₂ por el día y producen O₂. Por la noche hacen la operación contraria. A través de esta, las plantas consumen CO₂ para construir su esqueleto de carbono.
Pero no solo del CO₂ obtienen las plantas el carbono necesario. También son una fuente de carbono los carbonatos del agua (carbonatos y bicarbonatos que sostienen el sistema tampón del acuario KH), pero requiere menos energía extraer el carbono del CO₂ que de un Carbonato, pudiendo destinar la planta más energía a crecer y formar tejidos.
Además de la adición de CO₂ hay otros factores de crecimiento: la iluminación y el abono. A menos que no se abone o que la cantidad de luz que tenemos sea deficitaria, notaremos el efecto del CO₂ enseguida que comencemos a suministrarlo. Si la iluminación es correcta (no menos de 0,5w/l ) y de calidad ( fluorescentes T5 y HQI) y abonamos periódicamente, las plantas de crecimiento rápido crecerán en el orden de varios centímetros diarios. Otras plantas producirán burbujas constantemente o no, mostrándonos que durante la fotosíntesis las plantas desprenden O₂.
El aporte de CO₂ también nos ayudará a mantener el equilibrio del sistema del acuario. En un acuario muy plantado y sin aporte extra de CO2, las plantas consumirán el carbono de los carbonatos del agua, por lo que este bajará y el Kh se reducirá, pudiendo llegar a poner en peligro la estabilidad del Ph y del acuario. Así, hay que medir el Kh periódicamente y reponer esos carbonatos mediante los cambios de agua o productos remineralizantes que disponemos en AQUAZEN.