Cambiaremos 1/3 parte del total del agua del acuario 1 vez al mes pero no a la vez que limpiamos el filtro. Por ejemplo, podemos cambiar el agua a principio de cada mes y limpiar el filtro los días 15 de cada mes.
De este modo no variaremos la flora bacteriana del agua de forma tan drástica y los peces sufrirán menos estrés.
Podremos utilizar una mezcla de agua de ósmosis o agua destilada junto a agua del grifo previamente declorada. Para ello utilizaremos un líquido para eliminar el cloro del agua del grifo dejándolo actuar en un recipiente a parte durante al menos 1 hora. Posteriormente ya podremos añadirla al acuario sin problema.
Si tenemos un acuario de agua salada, deberemos utilizar el agua marina en las siguientes 24 horas de haberla hecho con la sal. No podremos guardarla más tiempo ya que esta se degrada y puede ser perjudicial para los peces.